jueves, 29 de mayo de 2014

En tierras bajas, de Herta Müller

Los libros leídos de ficción literaria a menudo quedan escondidos, entre otros, en los lugares menos accesibles de las bibliotecas. En mí caso, me gusta internarme por ese bosque de tomos de diferentes tamaños y colores, por lo que supone de aventura incruenta pues entiendo quienes allí están depositados, volúmenes durmientes, han sido amigos fieles en épocas lejanas o también en otras más próximas al momento del escrutinio en la biblioteca. De esa gira surgió ante mis ojos una obra editada hace 24 años bajo el título En tierras bajas, de Herta Müller (1953), y editada por Siruela.

Antes de nada recuerdo que la escritora rumano alemana Herta Müller obtuvo el Premio Nobel de Literatura de 2009 en reconocimiento a una obra que es concentración de la poesía y la franqueza, y que describe el paisaje de los desposeídos, según acordó la Academia Sueca. Herta Müller es descendiente de emigrantes de Suabia a Rumanía, país este último donde nació en 1953, en concreto en Nitznitzkydorf. Cursó estudios de Filología Germánica y Románica en la Universidad de Timisoara, pero su actividad política en defensa de la minoría alemana de Rumanía motivó su salida del país balcánico hacia Alemania, en cuya capital Berlín vive desde 1987.

Publicada en el año 1990, en una bella edición, En tierras bajas es la primera obra de esta escritora en España. En ella se recogen 15 relatos localizados en el mundo rural, un espacio inclemente, cerrado y opresivo, donde una niña observa las vicisitudes de la vida en su pequeña aldea suaba, por donde desfilan la familia, la muerte, los juegos infantiles, el sexo, la religión, los animales, las tareas agrícolas y el baile, entre otros asuntos. Al final la naturaleza se impone a la anécdota lo cual desemboca en una intensa calidad poética de las imágenes casi oníricas creadas por Herta Müller.

El libro editado en Rumanía en 1982 sufrió el rigor de la censura por la manifiesta actitud combativa de Herta Müller contra el régimen del presidente Ceaucescu, no en vano el espacio temporal en que se desarrollan las tristes historias de En tierras bajas corresponde a los años en que el dirigente comunista antes citado gobernaba la República Socialista de Rumanía. El compromiso con las libertades llevó a la escritora a tener algún encontronazo con la temida policía secreta del régimen de Ceaucescu. En libro apareció por primera vez sin censura dos años después en la entonces ciudad de Berlín Oeste.

Premiada con diferentes galardones literarios desde comienzos de la década de 1980, entre otros los  Aspekte Ricarda Huch, Franz - Werfel, Samuel Bogumil Linde o Bayerischer Maximiliansorden, entre otros, también ha recibido el reconocimiento de universidades británicas y estadounidenses a su trabajo en el ámbito de la palabra escrita que desarrolla en diferentes ámbitos: narrativa, poesía, ensayo, conferencias, audio libros y arte.

De sus obras, además de su estreno literario, hay que citar: El hombre es un gran faisán en el mundo, La piel del zorro, La bestia del corazón, Hoy no hubiera preferido no encontrarme a mí misma y Todo lo que tengo lo llevo conmigo, entre otras en el terreno de la narrativa y todas traducidas al español.