jueves, 26 de marzo de 2015


Poetas gallegos contemporáneos

Si hay un libro con claras huellas de uso, ese es el titulado Poetas gallegos contemporáneos, de Basilio Losada, en edición bilingue de Seix Barral, del año 1972. Sin dudarlo puedo afirmar que fue la primera antología de la lírica gallega más próxima en el tiempo que conocí en aquellos tiempos, pues en ella están nombres esenciales de la literatura gallega, entonces unicamente conocidos por determinados círculos en los que no entraban tanto la población general de Galicia como la del resto de España. 

Y el tiempo dio la razón a Basilio Losada porque todos los poetas gallegos, en aquel tiempo contemporáneos, hoy se han convertido en clásicos, cada cual a su manera, porque desde el más viejo, Luís Pimentel, al más joven, Xosé Luís Méndez Ferrín, están como tales registrados no sólo en los manuales de literatura sino también en la memoría de toda persona que se siente identificada con las letras gallegas.

De una punta a otra de los nombres antes mencionadas aparecen auténticas personalidades de la cultura gallega como son Manuel Antonio, Luis Amado Carballo, Luís Seoane, Álvaro Cunqueiro, Celso Emilio Ferreiro, Antonio Tovar Bobillo, Manuel Cuña Novas y Manuel María, todos con el mismo marchamo de escritores gallegos que supieron expandir su lengua en momentos difíciles, un periodo que va desde, de acuerdo con la antología de Losada, las vanguardias de los años 20 que sacudieron el Viejo Continente a los todavía tiempos de una dictadura que se resistía a desaparecer. 

Sería largo y aburrido ponerse ahora a mencionar una a una las excelencias de las páginas que recogen los poemas de los autores antes mencionados. Por eso, recojo las palabras de otro contemporáneo ilustre, utilizadas en el prólogo por Basilio Losada. "Una frustración social, prematuro éxodo purisecular, raquitismo burgués, condición de finisterre, insolidaridad institucional, colonización fiananciera...", lacras que constituían las claves del atraso de Galicia para el profesor y economista Xosé Manuel Beiras, a comienzos de 1971. Secuelas que fueron combatidas con la palabra por cada uno de los poetas gallegos contemporáneos, de los cuales a buen seguro algunos de los actuales de este tercer milenio sentirán la misma frustación que sus antepasados ante el actual estado de las cosas en esta parte del noroeste peninsular. 

martes, 24 de marzo de 2015


Historias en torno al Gijón madrileño

La primera visita al Café Gijón estuvo motivada por la curiosidad del recién estrenado universitario que a comienzos de 1974 dejaba el barrio del sur madrileño para hacerse un poco más con las artes urbanitas del centro de la capital. Una vez en el interior del local con mis compañeros de estudios, lo que más me llamó la atención fue el aspecto rancio del lugar ante los despejados ojos de mis desafiantes años. 

Cuarenta años después de la visita iniciática al considerado templo de la bohemia y golfería, que, por cierto, no tuvo más continuación que otras dos o tres entradas en el Gijón en sucesivas décadas, me reencuentro desde la distancia física, también emocional, con el libro titulado Madrid Canalla. Historias intelectuales y golfas del Café Gijón, escrito por Javier Villán.

Del autor  participo de su acertado estilo periodístico -cargado de elegancia y rico vocabulario-  para acercar al lector los entresijos de una historia cercana y unos personajes reales pero a veces difuminados por la mitología de un Madrid cambiante, acogedor y también olvidadizo de sus vecinos o visitantes, quienes en la actualidad prefieren las nuevas tecnologías a las antiguas tertulias que como las del Gijón supuestamente daban prestigio a quienes participaban en ellas.