domingo, 25 de diciembre de 2011

Edgar Allan Poe (1809-1849)


Escritor de múltiples leyendas, el estadounidense Edgar Allan Poe fue recordado hace dos años por el cumplimiento de los dos siglos de su venida al mundo, por el que pasó como un meteoro que no dejó indiferente a quienes gustan de la literatura. Por encima de una vida marcada por la desgracia, de Poe permanecen sus obras para las que cualquier fecha y lugar son indiferentes, sólo es necesario tener ganas de encontrarse con uno de los escritores más sugestivos del siglo XIX que puso a la literatura estadounidense en el camino de la modernidad.


En mi caso no es necesario recurrir a fechas para destapar el tarro de las esencias poeanas, pero aprovecho para hacer proselitismo del escritor de Boston, de quien recomiendo diferentes obras, así como una interesante biografía escrita por el novelista francés de origén húngaro Georges Walter.


El primer libro se trata del titulado El escarabajo de oro y otros cuentos, todo un despliegue del talento de Poe a la hora de crear ambientes y apadrinar lo que se viene llamando novela policíaca desde el siglo XIX, en la que figuran como auténtico hitos fundacionales Los crímenes de la Rue Morgue y El misterio de Marie Rogêt, donde aparece Auguste Dupin, quizá el más viejo de todos los detectives analíticos, pero no por ello el más famoso como el tiempo demostraría . A esos relatos se añaden el que da título al libro y La carta robada, con lo cual ya se tiene una visión bastante amplia, aunque no de toda, la faceta de escritor de cuentos de Poe.


En segundo lugar cito esa poesía completa que tanto furor causó en diferentes generaciones, por ejemplo, en Francia, las de Baudelaire y Paul Valery, con poemas indiscutibles de la literatura escrita en inglés. Annabel Lee, Himno El cuervo, A Helena o Tamerlan.


 Luego están Fantasías humorísticas, una de las facetas literarias más desconocidas de Poe, la de escritor humorístico a su manera, quizá adelantado de lo que luego se llamaría humor negro, pues la ironía a menudo se acompaña del pesimismo en títulos como Los lentes, Las mil y dos historias de Scherezade o El charlatán de Helicón.


Para el final he dejado la novela Aventuras de A. Gordon Pym, con lo cual queda demostrado que Edgar A. Poe estaba dotado también para los recorridos largos, tan largos como esta obra en que deja una impronta luego continuaba con brillantez por otros escritores de lengua inglesa, pero esa es otra historia. De momento invitó a entrar con alegría en las obras citadas. De acuerdo hay más, sobre todo en lo relativo al relato corto, pero quedan para otro momento.


Como complemento a los libros antes citados apunto Poe, de Georges Walter, una biografía que sin perder la compostura literaria está repleta de rigurosos datos que acercan al Poe persona y rompen con algunos mitificados por quienes de verdad no conocían al escritor.


 Como se dice en la presentación de la citada biografía: "Cruzando los Estados Unidos del siglo pasado, por donde el ferrocarril y la prensa van barriendo a los cheyennes y bisontes, e introduciéndose en las ciudades hoy marcadas por su paso, Georges Walter sigue la pista de este indio sin tribu que quiso vivir hasta el fin de la noche su sueño lúcido y secreto y a quien sus libros le representaron en total, a lo largo de toda su vida, 300 dólares. El futuro nunca terminará de pagarle la deuda".

No hay comentarios:

Publicar un comentario