Letras de poeta galés
Dylan Thomas (1914-1953) es uno de los poetas británicos con
mayor proyección internacional, medio siglo largo después de su temprana
desaparición, la cual no impidió que su obra se mantuviera accesible con
constantes ediciones hasta la actualidad.
La lectura de algunos relatos cortos me puso en contacto con
la poesía de Thomas, hasta el punto de buscar cualquier libro en el que
figurara el nombre del escritor. En esa etapa me encontré con este libro de
cartas de Ediciones de La Flor -como me había pasado antes con las de Raymond
Chandler-. Su lectura sirve para descubrir aspectos personales desconocidos y
romper con algunos tópicos sobre el escritor encumbrado que fue Dylan Thomas.
Constantine Fitzgibbons explica en el prólogo que “en
algunos casos y sobre algunas de sus mejores cartas, los comentarios son
irrelevantes. Muchas están escritas como conversaciones. La conversaciòn de
Dylan Thomas era notable: podía ser ingeniosa, obscena, profunda -especialmente
cuando se discutían poemas- pero casi nunca giraba sobre abstracciones. Y
siempre estaba dirigida ala persona con quien Dylan hablaba: era comunicación,
no exhibición. Por eso tenía tantas amistades,
y hacía amigos de todas las clases rápidamente. Si le gustaba una
persona ponía en ella su atención indivisa, ya fuera un cartero encontrado en
un taberna galesa o un ganador del Premio Nobel en un restorán neoyorquino y
con ambos hacía lo más que podía por agasajarlos. Se amoldaba a sus
temperamentos y a sus mundos. Por eso tantos de sus incontables amigos tiene de
él una visión tan diferente”.
El primer libro que leí de Dylan Thomas fue El visitante y
otras historias, editado por Nostromo (Alfaguara) 1975. Otras obras, además de
las poesías completas, que con el tiempo disfrute fueron Las hijas de Rebeca y
Retrato del artista cachorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario